martes, 15 de noviembre de 2011

Jesús, hijo de David, Ten compasión de mí.


Del fin de semana hacia acá, este pasaje bíblico me ha venido persiguiendo y por eso decido compartirlo con ustedes. Me refiero a este pasaje que se encuentra en San Lucas 18: 35-43, donde vemos a un pobre ciego y mendigo que pregunta: ¿Quién está pasando por ese lugar? cuando escucha el alborto provocado por la presencia de Jesús. Cuando el ciego sabe que es Jesús el nazareno, no lo duda ni un solo instante, empieza a clamar compasión de Jesús. Es impresionante,  Jesús apesar del barullo escucha los gritos desesperados del ciego y enseguida se le acerca y se dispone ayudarle y a sanarlo de su ceguera.

La actitud del ciego, llamado Bartimeo, es muy ejemplar para nosotros. El clamó y Jesús lo atendió. ¿Cuántas veces nosotros únicamente nos quejamos, renegamos y sufrimos en silencio, sin clamar al Señor por ayuda y compasión?. Definitivamente, Jesús sigue estando dispuesto a ayudarnos a salir adelante, sanarnos de nuestras enfermedades físicas y espirituales, liberarnos de todas nuestras ataduras, solo hace falta que clamemos a El con fe, con la seguridad que nuestro clamor será escuchado.

No solamente la actitud de Bartimeo es un ejemplo para nosotros, sino también la de Jesús. Como servidores y cristianos debemos imitar esa actitud de servicio, la disposición a ayudar al necesitado. ¿Cuántas veces vemos personas necesitadas a nuestro alrededor y no les ayudamos? No solo económicamente, pero muchas veces podemos ayudar con una palabra de aliento, un abrazo o simplemente escucharlo.

Pidamosle a Dios Padre que atienda nuestros clamores, a Jesús que nos dé la capacidad de imitarlo y servir a nuestros hermanos como El nos sirve a nosotros, al Espíritu Santo que abra nuestros ojos para ver a todos los ciegos y mendigos que nos rodean y de esa manera ayudarlos.

En el nombre de Jesús. Amén.

2 comentarios:

  1. haha la pregunta del millon... Que quieres q haga por ti? hehehe

    ResponderEliminar
  2. Exacto. Así nos pregunta Jesús tooodos los días. Gracias Gabo.

    ResponderEliminar