jueves, 17 de noviembre de 2011

La Santa Sede emprende acciones legales contra campaña de Benetton

Aunque parezca polémico, no puedo dejar de dar y publicar mi opinión al respecto, más que opinión es un sentimiento. A este momento, seguramente ya todos saben de lo que estoy hablando. Sí, de la publicidad que lanzó la marca de ropa Benetton, donde aparecen figuras públicas besandose. Entre ellos: El Papa Benedicto XVI con un imán egipcio, Obama con Hugo Chávez, entre otros. El objetivo de esta campaña, según la marca es: "contrarrestar la cultura del odio", si lo contrarrestaron no sé, pero que se hicieron publicidad, estoy segura, para bien o para mal.

En lo personal, me pareció una campaña muy desagradale y hasta abominable. Se produjo en mí un sentimiento de tristeza y hasta celo por utilizar la imagen de una persona tan consagrada al Señor y me atrevería a decir: una persona santa que merece respeto. Ni siquiera necesitamos verlo de una forma religiosa o espiritual para darnos cuenta que no se puede utilizar la imagen de nadie sin su permiso y para este caso tanto el Papa como Obama y el resto de involucrados deberían de haber aprobado y aceptado aparecer en esta publicidad, o acaso Pepsi pone a Messi en sus comerciales sin ninguna autorización? eso, por mencionar un ejemplo.

El escándalo y la indignación que se produjo fue tal que el anuncio fue retirado casi inmediatamente, aunque circula por internet más que cualquier otra noticia. Sin embargo; según informes de periódicos católicos digitales, la Santa Sede ya está emprendiendo acciones legales contra la campaña para impedir que dicha publicidad se siga difundiendo y de esa manera no sólo ofender la dignidad del Papa sino también la sensibilidad de muchos cristianos católicos. Ver noticia.

Habrán muchos que dirán: Pero, si no es cierto ¿Por qué se ofenden? , pero ¿A quién le gustaría que de un día para otro apareciera su imagen en un fotomontaje haciendo algo que no ha hecho y que daña tu reputación?. Lo hayas hecho o no, lo seas o no, ofende.

Aunque apoyo la unión de las iglesias, no considero que esta sea la manera de hacerlo, claro, no era esa la finalidad de Benetton.
En fin, cada cabeza es un mundo, cada publicista es otro, cada mercadólogo también. Pero en mi mundo, en mi vida que conoce a Cristo y que está enamorado de El, es una publicidad vana, estéril, desagradable y sobretodo sin ética profesional. Simplemente como Hija de Dios, me repugna que dañen la imagen de mis hermanos.

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